La incontinencia urinaria es una afección frecuente en los perros. Suelen causar trastornos en la convivencia, ya que los perros que la padecen manchan varias zonas de la casa con orina, que huele mal si no se limpia enseguida, y termina siendo un engorro. La mayoría de las veces tiene solución médica o quirúrgica, aunque otras veces hay que adoptar medidas de higiene para asegurar el bienestar del perro y de toda la familia.
Mi perro se orina por todas partes ¿Puede que tenga incontinencia urinaria?
La incontinencia urinaria es la incapacidad de retener la orina en la vejiga. De esta manera, cualquier perro que en circunstancias normales sería capaz de aguantar hasta hacer pis en su paseo, no puede contener la orina, y se le escapa de forma involuntaria.
Es importante diferenciar esta situación de otras en las que el perro sí está eliminando la orina de forma voluntaria, como en casos de marcaje con orina por cuestiones territoriales, de estrés, de comunicación o de errores en la educación, que habrá que abordar de otra manera.
En la incontinencia urinaria, el perro no puede controlar que está soltando orina. Por eso, no sirve de nada regañarlo ni tratar de aplicar soluciones educativas, sino que hay que encontrar la causa médica y ponerle tratamiento.
La incontinencia urinaria se puede producir por muchos motivos en los perros:
- Si se trata de un cachorro muy joven, puede sospecharse una malformación congénita de las vías urinarias. Los conductos que conectan los riñones a la vejiga, los uréteres, o el que conecta la vejiga con el exterior, la uretra, pueden estar alterados, y la orina gotea sin un control voluntario. Otras veces, el mecanismo de cierre de la vejiga para evitar que la orina salga no funciona correctamente. Si el cachorro todavía está en la fase de entrenamiento es difícil de diferenciar, y muchas veces se confunde con “accidentes”, cuando en realidad no puede controlarlo.
- Algunos perros expulsan orina de manera inconsciente cuando se emocionan mucho, por ejemplo, cuando ven a una persona a la que quieren mucho, y la saludan con efusividad. Mueven la cola con mucha energía, agachan el cuerpo, y sueltan chorros de orina.
- Existe un tipo de incontinencia más frecuente en perros esterilizados, especialmente en las hembras. Aunque la principal influencia para el desarrollo de este tipo de incontinencia es la falta de estrógenos y otras hormonas sexuales, se piensa que hay otros factores que influyen, porque no todas las perras esterilizadas tienen incontinencia. La uretra y la vejiga tienen menor tono muscular, y por eso les resulta más difícil contener la orina.
- Hay afecciones que provocan una contracción involuntaria de la vejiga, haciendo que se vacíe cuando no debe, sin control consciente por parte del perro. Esto sucede cuando hay algunos tumores en la vejiga, cistitis crónicas, infecciones repetidas de las vías urinarias o presencia de cálculos en la orina, que irritan la vejiga y provocan la necesidad de expulsar la orina.
- Algunas enfermedades neurológicas que afectan al cerebro o a la médula espinal también provocan incontinencia urinaria, pues los mecanismos o los nervios de control de la micción (la acción de vaciar la vejiga) están dañados.
- Las enfermedades traumatológicas y ortopédicas que afectan a la zona lumbar (como la artrosis de las vértebras o las hernias de disco, entre otras) provocan dolor en la zona y menor capacidad para contraer la uretra, por lo que se pierde orina. Estas afecciones pueden ser consecuencia de un traumatismo (como una caída, un golpe, un atropello, etc.), o pueden ser degenerativas por la edad avanzada o por tener predisposición por la conformación del perro o de su raza.
- En los perros mayores es frecuente que se desarrolle incontinencia urinaria, a veces porque su estado senil hace que no sean conscientes de que se les escapa la orina, y otras veces es por la propia debilidad de los músculos que hace que sean incapaces de retener la orina en la vejiga.
- Enfermedades que causen con un aumento de la eliminación de orina y aumento del consumo de agua pueden hacer que nuestro perro no se pueda aguantar ya que tiene la vejiga muy llena. Entre estas patologías podemos encontrar la diabetes, el hiperadrenocorticismo y la enfermedad renal , como las más frecuentes.
Como vemos, las causas de la incontinencia urinaria son muchas y muy variadas. Esto obliga a hacer una investigación a fondo para encontrar la causa y ponerle remedio. Si tu perro tiene incontinencia, es aconsejable que acudas a tu veterinario de confianza para que le haga una revisión completa de su estado de salud y para que le haga todas las pruebas necesarias para averiguar qué le está pasando. De esta manera, será más probable que el tratamiento pueda curar o controlar el problema.
Tu veterinario investigará a fondo para determinar dónde está el origen del problema, y recomendará el tratamiento más adecuado para tu perro intentado solucionar la causa:
- Si se trata de una malformación congénita, la solución es una cirugía para situar los conductos en su lugar correcto y que funcionen bien.
- Hay medicamentos que mejoran el tono muscular de la uretra para que cierre mejor y evitar las fugas de orina. En otros casos, se recomiendan tratamientos hormonales, si es lo que está provocando la incontinencia.
- Si tu perro tiene una infección de orina, será necesario hacerle un cultivo de la orina para saber qué microorganismo la está provocando, y darle el medicamento adecuado.
- Si la causa son cálculos (piedras) en la orina, será necesario darle medicamentos específicos para tratar esta afección, y seguramente un cambio de dieta para evitar que se sigan formando. En algunos casos puede ser necesario la cirugía.
- Para otras causas, existen medicamentos o cirugías específicos que tratarán de corregir o controlar la incontinencia de tu perro de forma personalizada.
El tratamiento de la incontinencia urinaria puede tener éxito en muchos casos, pero otras veces no es efectivo al 100% y tu perro puede seguir teniendo fugas de vez en cuando, o en pequeñas cantidades. En este caso, es muy importante que lo mantengas siempre limpio, ya que la orina es muy irritante para la piel y puede provocarle quemaduras. Para tratar de que tu perro se manche lo menos posible, puedes seguir estas recomendaciones:
- Si tiene el pelo largo, es conveniente que se lo cortes todo lo posible, para evitar que el pelo se empape de orina y se quede mucho tiempo en contacto con la piel.
- Si se mancha con orina, lávalo con agua limpia y sécalo bien para quitarle los restos. No conviene que uses jabón todos los días, ya que reseca demasiado la piel.
- Sácalo a hacer pis con más frecuencia. Es posible que incluso necesite salir cada pocas horas, lo que es muy latoso, salvo que puedas organizarte para hacerlo.
- Si tiene que quedarse en casa muchas horas, especialmente por la noche, y no puede salir a hacer pis muy a menudo, puedes usar pañales para perros, que además tienen modelos especiales para machos y hembras.
- Para evitar que tu casa se manche y huela mal, coloca empapadores por las zonas en las que tu perro se mueva o se eche a descansar. Los puedes encontrar desechables, o también de tela que son lavables y reutilizables.