El hipertiroidismo de los gatos es una enfermedad metabólica que se produce cuando la glándula tiroides funciona de forma errónea, de tal forma que su actividad es excesiva. Si no se trata a tiempo, puede ser muy grave para tu gato.
MI GATO TIENE HIPERTIROIDISMO ¿EN QUÉ CONSISTE?
La tiroides es una glándula que está situada en el cuello de los gatos y demás mamíferos, cerca de la laringe. Cumple funciones esenciales para mantener el buen funcionamiento del metabolismo de tu gato, ya que construye y secreta las hormonas tiroideas, que cumplen estas funciones en el organismo:
- Regulan la temperatura del cuerpo.
- Activan la utilización de la energía en el organismo para mantener las constantes vitales.
- Controlan el apetito, el sueño y el estado de ánimo.
- Ayudan a estimular el crecimiento.
Las hormonas tiroideas sirven para regular la velocidad a la que suceden las reacciones metabólicas. Por una parte, gracias a su acción, aumenta la cantidad de oxígeno que utilizan las células. Además, estimulan al organismo para que genere energía y sintetice proteínas.
Si la glándula tiroides falla, se ven afectadas muchas funciones en el organismo de tu gato, como la frecuencia cardiaca, el mantenimiento de los tejidos, el crecimiento, la producción de calor, la digestión o la fertilidad.
El hipertiroidismo es cada vez más frecuente y se ha convertido en la enfermedad endocrina más frecuente de los gatos. Se calcula que uno de cada diez gatos mayores de 10 años tiene hipertiroidismo.
Hace tiempo no se le prestaba tanta atención al hipertiroidismo porque se pensaba que era muy infrecuente. Como la longevidad de los gatos ha aumentado en los últimos años y las técnicas de detección han mejorado, se encuentra más que antes. Ahora que se sabe que es tan común, se tiene muy en cuenta para intervenir lo antes posible en el diagnóstico y el tratamiento.
El hipertiroidismo se produce porque las células de la glándula tiroides comienzan a dividirse de forma descontrolada, ya que tienen una predisposición genética a hacerlo. Primero se agrupan en nódulos microscópicos, en una primera fase de la enfermedad que pasa desapercibida porque no produce síntomas. Más adelante, los nódulos siguen creciendo y se unen entre sí, hasta que se comienza a manifestar el hipertiroidismo. En algunos casos, los nódulos del tiroides pueden transformarse en un cáncer de tiroides.
El hipertiroidismo de los gatos se produce de forma espontánea, pero se sabe que hay otros factores que juegan un papel en su desarrollo:
- Los genéticos, ya que hay algunos gatos que están más predispuestos que otros.
- La acción de algunos contaminantes ambientales llamados disruptores tiroideos.
- En algunos casos, la acción de algunos productos químicos afecta a la captación de yodo por parte del organismo, que es necesario para el funcionamiento adecuado de la tiroides.
Si se deja sin tratar, los gatos con hipertiroidismo se ponen muy enfermos y pueden terminar muriendo. Al afectarse la función de la glándula tiroides, el metabolismo está alterado y los órganos dejan de funcionar correctamente.
Si observas estos signos en tu gato, deberías sospechar que se podría tratar de un hipertiroidismo:
- Pierde peso a pesar de que come normalmente.
- Tiene un apetito voraz, se queda con hambre y pide más comida. A veces, hasta quiere comer alimentos insólitos que nunca ha querido. A pesar de comer más, cada vez está más delgado y tiene menos masa muscular.
- Tiene vómitos o diarrea.
- Está hiperactivo o se pone agresivo, cuando ha sido un gato pacífico.
- Bebe más agua de lo normal, acude a la bandeja más veces, o empieza a orinar en sitios inadecuados.
- Tiene el pelo descuidado, mate, con nudos, y deja de asearse.
Estos signos no son típicos del hipertiroidismo, sino que pueden indicar muchas otras enfermedades. Como el hipertiroidismo suele ser más frecuente en gatos de edad más avanzada, es habitual que también padezcan enfermedad renal que también hay que tratar.
Como lo más importante es detectarlo a tiempo, acude con frecuencia a tu veterinario para que haga revisiones continuas a tu gato y se asegure de que su salud es buena. El hipertiroidismo se diagnostica mediante una exploración completa, una analítica de sangre en la que se investigan los niveles de las hormonas tiroideas y, en ocasiones, se pueden emplear técnicas de diagnóstico por imagen como la gammagrafía.
El hipertiroidismo de tu gato se puede tratar, y existen varias opciones. Tu veterinario decidirá la mejor dependiendo de la fase en la que se encuentre tu gato, o si existen otras enfermedades. Estas son las formas de tratar el hipertiroidismo de los gatos:
- Medicamentos: es la manera más habitual, con fármacos antitiroideos.
- Cambios de la dieta: es necesario darle a tu gato una dieta que contenga poco contenido en yodo.
- Cirugía: se puede extirpar parte de la tiroides para eliminar los nódulos, en los casos en los que sea posible. Si se quita la tiroides entera, tendrás que darle hormona tiroidea a tu gato de forma permanente en pastillas.
- Tratamiento con yodo radiactivo: este tipo de tratamiento ya está disponible en varios centros veterinarios, y consiste en administrar una forma de yodo que irradia y destruye los nódulos de la tiroides que secretan un exceso de hormonas.