La leishmaniosis es una enfermedad muy peligrosa para los perros que se debe prevenir aplicando medidas durante todo el año acudiendo al veterinario para asegurarte de que tu perro está protegido.
LA LEISHMANIOSIS CANINA: PREVENIR ES MEJOR QUE CURAR
La leishmaniosis es una enfermedad muy grave que afecta a los perros y se produce por la transmisión de un protozoo parásito a través de la picadura del flebótomo, un insecto emparentado con los mosquitos.
El sur de Europa es una zona donde la leishmaniosis canina es muy frecuente, por lo que España es un país de alto riesgo. La distribución de la leishmaniosis es irregular dependiendo de las zonas. Las áreas de mayor riesgo de leishmaniosis son casi toda Andalucía, la provincia de Orense, gran parte de Cataluña, el Levante (incluyendo las Comunidades de Valencia y de Murcia y Baleares), casi toda la Comunidad de Madrid, y algunas zonas de Zaragoza y Cáceres. Si tu perro vive en alguna de estas zonas o pasa tiempo en ellas, debes tener más precauciones y protegerlo frente a la leishmaniosis debe ser un objetivo prioritario. Otras zonas pueden presentar una incidencia menor, pero no están exentas de peligro como las provincias de ambas mesetas.
El efecto del cambio climático ha favorecido que los flebótomos estén activos durante todo el año y que su área de riesgo se haya expandido. Además, la leishmaniosis también afecta a la fauna silvestre, como el lobo ibérico o los zorros, que son reservorios y hacen que la enfermedad sea más difícil de controlar.
Hasta hace poco casi no se detectaban casos de leishmaniosis en el norte de España, pero cada vez se diagnostican más. Los flebótomos van colonizando nuevas zonas durante más tiempo, así que la recomendación es proteger a los perros de forma continua todo el año y en todo el territorio nacional. Hay que cambiar el hábito de protegerlos solo en primavera y verano y en las zonas de mayor riesgo, ya que prácticamente todas las zonas son de riesgo y la prevención ayudará a que la enfermedad no se expanda.
Para prevenir la leishmaniosis canina debes centrarte en evitar que el flebótomo pique a tu perro:
- Utiliza productos insecticidas repelentes de insectos. Son muy eficaces, y son seguros si se utilizan correctamente. Hay productos en forma de collar que tu perro lleva de forma permanente, y su efecto dura varios meses. Otros son líquidos y se aplican sobre la piel, en forma de pipetas, y su duración suele ser de uno o dos meses. Se suele recomendar combinarlos y usarlos durante todo el año. Para asegurarte de que utilizas productos eficaces, consulta con tu veterinario para que te asesore correctamente: se pueden encontrar productos en algunas tiendas que no tienen efecto contra los flebótomos.
- Si tu perro tiene leishmaniosis y está en tratamiento debes aplicar igualmente productos repelentes ya que, si el flebótomo le pica, supone una fuente de transmisión para otros perros o para las personas.
- Evita que tu perro permanezca en el exterior en las horas en las que el flebótomo es más activo, al amanecer y al anochecer, sobre todo en las épocas calurosas.
- Si puedes, instala mosquiteras en los lugares donde duerma tu perro, o utiliza productos repelentes de mosquitos en el interior (espirales de humo, repelentes que se enchufan a la corriente eléctrica).
- Si tienes un jardín en casa, evita que haya agua estancada en la que críen los mosquitos: platos de macetas llenos de agua, interior de neumáticos, estanques… Si vives cerca de una zona donde pueda haber agua estancada, contacta con tu ayuntamiento e infórmate si se realizan tareas de control de insectos.
Es fundamental que acudas a tu veterinario para realizar revisiones periódicas a tu perro, para controlar que está libre de leishmaniosis. Esto es especialmente importante si vives en una zona de riesgo o habéis estado de viaje en una de ellas. Cuando la actividad del flebótomo empieza a decaer, generalmente en invierno cuando hace mucho frío, se extrae una pequeña muestra de sangre para realizar un test rápido en la consulta. Estas pruebas permiten obtener un resultado en unos 10 minutos, y descartar la presencia del parásito. Por otra parte, si el resultado es positivo antes de que aparezcan los síntomas, tu veterinario podrá ponerle tratamiento a tu perro enseguida y evitar que se produzca un daño importante en sus órganos.
Los veterinarios suelen recomendar vacunar a los perros frente a la leishmaniosis canina, pero cada pauta se ajusta al estado inmunitario de cada paciente. Las vacunas frente a la leishmaniosis que hay disponibles tienen una eficacia buena y son aconsejables, reducen el riesgo de infección, pero no tienen una eficacia en todos los individuos, así que no sustituyen el uso de insecticidas repelentes. Son una barrera protectora más, pero forman parte del conjunto de herramientas protectoras.
Las vacunas solo se pueden administrar a los perros mayores de seis meses que sean negativos a la leishmaniosis, así que tu veterinario le tendrá que hacer el test a tu perro antes de aplicarla. Después, tendrás que poner una vacuna de recuerdo cada año, repitiendo la prueba igualmente para aseguraros de que sigue libre de leishmaniosis.
Los perros vacunados, aunque se infecten por la leishmaniosis, suelen tener menos riesgo de padecer la enfermedad grave. En el caso de que el test sea positivo en algún momento habrá que tratarlos, pero las posibilidades de que lleguen a superarla son mayores.